domingo, 15 de marzo de 2009

Síndrome de Distrés Moral

El síndrome del distrés moral se origina cuando el profesional no puede hacer lo que cree que es éticamente correcto por presiones del entorno en el que trabaja. Se trata de un creciente problema en el ámbito sanitario y para solucionarlo es necesario reconocerlo y hablar de ello y aumentar la formación en bioética.

Esta patología fue descrita por primera vez en 1984 en un libro de ética para enfermeras. Posteriores investigadores focalizaron el problema en las experiencias de los profesionales sanitarios y concluyeron que los que sufrían distrés moral son los más reacios a interactuar con pacientes.

Según informa Diario médico, se trata de un creciente problema en los hospitales y los médicos y enfermeras se sienten atrapados por las demandas de administradores, compañías de seguros, abogados y familiares, lo que podría conllevar sentimientos de frustración, debilidad, abrumación y fatiga.

Fuente: Diario Medico
http://www.diariomedico.com/

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La ética de la investigación

CIOMS, tal como se la conoce por sus siglas en Ingles (Council For International Organizacions of Medical Sciences) ha desarrollado, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud, un conjunto de pautas éticas internacionales para las investigaciones biomédicas con sujetos humanos, con especial atención a los estudios patrocinados por las naciones desarrolladas y llevadas a cabo en aquellas en vías de desarrollo.

Ver http://www.paho.org/Spanish/BIO/CIOMS.pdf para la versión completa en español de las pautas y los comentarios.

Para ser ética la investigación debe cumplir una serie de condiciones, de acuerdo con la pauta 1ª de la CIOMS :

"La justificación ética de la investigación biomédica en seres humanos radica en la expectativa de descubrir nuevas formas de beneficiar la salud de las personas. La investigación puede justificarse éticamente sólo si se realiza de manera tal que respete y proteja a los sujetos de esa investigación, sea justa para ellos y moralmente aceptable en las comunidades en que se realiza. Además, como la investigación sin validez científica no es ética, pues expone a los sujetos de investigación a riesgos sin posibles beneficios, los investigadores y patrocinadores deben asegurar que los estudios propuestos en seres humanos estén de acuerdo con principios científicos generalmente aceptados y se basen en un conocimiento adecuado de la literatura científica pertinente".

Una investigación puede ser mal diseñada o realizada, produciendo resultados científicamente poco confiables o inválidos. En este sentido, la mala ciencia no es ética. Las revistas deberían acogerse a una serie de principios o pautas para su publicación, lo cual sería una buena práctica.

(Parte de este texto se publicó en la lista gneaupp-ulceras el 29 de abril de 2007)